SANGRE, CIENCIA Y CONCIENCIA

Sangre, Ciencia y Conciencia

Nuevos hallazgos en el estudio de una gota de sangre coagulada en un cristal porta

Poder afrontar la sanación de una persona de una forma global, manejando al mismo tiempo la parte física-orgánica y la parte emocional-psicológica “ya es posible”. Disponemos de una herramienta técnica, científica y reproducible que nos permite tener la seguridad que el enfoque terapéutico que pretendemos llevar a cabo en una persona es el correcto.

Son muchos los profesionales de la salud que queremos y deseamos tratar a las personas en toda su globalidad.

Las personas acuden a nosotros por una patología concreta, por un síntoma exacto; pero tenemos la convicción que detrás de esa manifestación externa, existe un trauma o conflicto emocional que acompaña a la dolencia física, que la cronifica, la agrava o lo que es más importante incluso la genera.

Estudiando una gota de sangre coagulada sobre un cristal porta, de forma directa, pasamos de la intuición, de la corazonada, de la sospecha, de los datos de la historia de vida, de las respuestas de los test; a un estudio con naturaleza científica que nos da respuestas certeras y nos permite trabajar en el nivel más físico y también en el nivel más emocional al mismo tiempo.

Lo visible, lo tangible y palpable es quizás más fácil de observar y tratar o al menos de comprender, pero movernos en el mundo del subconsciente dónde se asientan las emociones más básicas pero también las más complejas, nos crea muchas veces frustración, por no poder alcanzar el origen del que parten los síntomas externos; otras veces, nos asombramos por el cúmulo de sentimientos y emociones que pueden aflorar o por las corazas y resistencias que encontramos; y en otras ocasiones, no sabemos bien por dónde empezar o incluso dudamos si el conflicto emocional se resolvió.

Puedo asegurar que estamos ante un método científico que nos permite asomarnos de una forma segura a este “archivo emocional” con garantías de obtener excelentes resultados. Para ello nos basamos en los cambios que se producen en un sistema tan sutil y tremendamente sensible, delicado, complejo y equilibrado como es la cascada de la coagulación sanguínea.

Los primeros estudios de la gota de sangre coagulada sobre un cristal portan y observada al microscopio, como reflejo y marcaje de algunas patologías, se remontan a las investigaciones realizadas en los años 70 por Heitan, Lagarde, Bradford y posteriormente Oswald. Pero es a partir de las observaciones de Fernando Guirado cuando este estudio, adquiere un carácter más universal, de compresión del enfermo como persona en su globalidad.

Fernando Guirado amplia todos los conocimientos existentes hasta la fecha y además de establecer una exhaustiva teoría interpretativa, un verdadero guion de conocimientos aplicados en este estudio consigue sentar las bases para poder comprender y correlacionar al mismo tiempo, la parte física del paciente y la parte emocional.

En esta ocasión, quiero centrarme en lo novedoso de esta aportación en el campo de las emociones.

Ya, no solo podemos ver la presencia de radicales libres, estados ácidos u oxidados o degenerativos, presencia de microorganismos, de tóxicos, de déficits minerales o vitamínicos... sino que podemos desglosar, desmenuzar, el sufrimiento emocional que de forma inconsciente altera el consciente - orgánico de las personas.

Para sentar las bases científicas que han posibilitado establecer conclusiones acertadas, sucintamente es necesario recordar que en la cascada de la coagulación intervienen toda una serie de sustancias, minerales, vitaminas, hormonas, enzimas, cofactores, factores, proteínas, grasas, aminoácidos, fosfatos que cambian, y que por tanto generan a su vez modificaciones en la morfología de la gota de sangre coagulada perteneciente a una persona con algún conflicto no resuelto.

Se producen variaciones en los niveles de Serotonina, de Complejo B, de Ácidos grasos insaturados, de ACTH, de Cortisol, ADP, Acido Araquidónico...Todas ellas sustancias elementales que participan en la cascada de la coagulación y que están íntimamente asociadas a cuadros emocionales que perturban el equilibrio mental y físico de las personas.

Es más fácil, sencillo, rápido y menos costoso mirar al microscopio una gota de sangre, que nos va a permitir situarnos en el terreno en el que estamos y qué desviación predomina antes de solicitar de forma empírica costosos análisis clínicos

Sabemos que las emociones negativas favorecen la aparición de ciertas enfermedades al hacer más vulnerable al Sistema Inmunológico y este proceso tiene un recorrido, que deja huella en la sangre, de manera que en todas aquellas situaciones que generan estrés agudo, los niveles mayoritariamente de Adrenalina y Noradrenalina se desbordan y como son sustancias que intervienen en la cascada de la coagulación, es fácil entender que se modificará y la imagen al microscopio será muy característica; de igual manera, en el stress crónico, predomina el Cortisol y la imagen se compondrá de otra manera.

Son dos ejemplos sencillos, pero muy significativos de cómo las variaciones de estas sustancias producidas en las glándulas suprarrenales y bajo la influencia de un conflicto emocional, pueden producir primeramente bloqueo en el sistema inmunológico y posteriormente desarrollo de la enfermedad clínica manifiesta.

Lo novedoso es que asomándonos a la interpretación de una gota de sangre coagulada en un cristal porta, podemos determinar la presencia de estas situaciones, prevenir y desmontar con la suficiente antelación el desarrollo de enfermedades degenerativas o inmunológicas.

Es tan sensible, sutil y delicado el engranaje de la cascada de la coagulación que diferentes estados emocionales generan diferentes imágenes en la gota de sangre seca por exceso o defecto de alguna o algunas de las sustancias que intervienen en dicho proceso de coagulación.

Así, podemos diferenciar un estrés agudo puro de una irritabilidad puntual, de un estrés crónico, de una irritabilidad general, de nerviosidad, de angustia, de un "ataque" nervioso-emocional a un órgano concreto, de rabia, tristeza, agotamiento hepático, adinamia hepática, depresión, conflictos no resueltos con padres, parejas, hermanos, familiares, compañeros de trabajo, jefes, abuelos, accidentes, operaciones, traumas, tragedias....

Todo este compendio de conceptos y palabras que se utilizan en las consultas de terapia emocional y de equilibrio emocional, como “sacar lo mejor de ti”, “conocer tu pasado para mejorar tu presente”, “cambiar tu futuro”, “sacar tu rabia”, “saber perdonar”, “eliminar los miedos o las culpas”, “ponerse en paz con nuestros antecedentes" … Pueden ser evidenciados de forma sencilla para no perderse en el entramado emocional de las personas.

Según la imagen creada en la sangre y estudiada al microscopio, podemos empezar a trabajar en el sentido que propongamos o creamos conveniente e ir observando la evolución para comprobar si vamos en el camino adecuado. Recordemos que existe una vía psique-neuronal-endocrina-biológica que influye en una gota de sangre seca y ya hemos podido diferenciar más de 20 estados emocionales diferentes con imágenes características distintas, que nos permiten diferenciar y enfocar más acertadamente las terapias que debemos realizar.

Una persona puede consultar por presentar un cuadro de colon irritable y la gota de sangre, que guarda memoria, que es un espejo de la persona y nos “habla de su interior”, nos indica que efectivamente existe ese síntoma afectando al colon, pero además hay un conflicto emocional con la madre o....

Esta manera de entender y estudiar la persona nos permite realizar el tratamiento más adecuado, que en este caso, ¿Será mandar fibra para el intestino, tomar espasmolítico para el dolor, corticoides para la inflamación, una benzodiacepina para relajarse...? o ¿también será necesario una terapia de recomposición y ordenamiento de sus emociones respecto del trauma original?

Está claro que los sucesivos controles nos darán la seguridad sobre si la terapia realizada es la adecuada o no.

Con esta herramienta, ya no dudamos si nuestros órganos pueden verse debilitados por nuestras tensiones emocionales no resueltas, o en qué medida afectan nuestras emociones a nuestro estado físico.

La sangre nos "habla” y si sientes angustia y que el corazón se te rompe porque tu pareja te deja, aunque no lo manifiestes abiertamente, la gota de sangre lo va a manifestar.

Es importante tomar conciencia y reconocer nuestras propias emociones, lo que sentimos, cómo lo sentimos, qué mensajes nos da nuestro cuerpo y cómo los interpretamos para conectar con la esencia y nuestra energía "interna”; las emociones tóxicas como rabia, miedos, baja autoestima, rechazo, ausencia…pueden tener las más variopintas expresiones en nuestra vertiente física, dando lugar a verdaderas manifestaciones clínicas, y numerosas visitas y exploraciones médicas, que pueden ser puestas al descubierto y desactivadas observando de forma adecuada una gota de sangre seca.

Ejemplo:

Isabel nos consulta por presentar dolor muscular generalizado, cambiante, inespecífico y nos muestra el tratamiento recibido con antiinflamatorios, a veces derivados corticoides, y antidepresivos. Observamos la sangre y estamos en un terreno ácido, con presencia de virus y además con un componente emocional no resuelto. Cabe preguntarse: ¿Es ese el tratamiento más adecuado? o por el contrario ¿deberíamos corregir la acidez, remineralizar y liberar las emociones tóxicas?

Dependiendo de la imagen de la fibrina, de las marcas y huellas que observemos, de la forma que adopta la fibrina, si adquiere aspecto de estrella, o aspecto en manchas, o es alargada, o se ausenta; y dependiendo de la zona dónde se sitúan estas marcas; podemos relacionar con

órganos y sistemas que están siendo agredidos; y al mismo tiempo, considerando el espejo universal de razón y emoción que se condensa en la sangre, podemos conectar también, al mismo tiempo, con alguno de las fuerzas que componen la teoría de los 5 elementos y que sustentan las más estrechas relaciones de órganos y sistemas del cuerpo humano.

Así , una imagen típica de la fibrina , en estrella, sobre la zona refleja correspondiente al Estómago , nos da valiosa información en varios sentidos; que la sintomatología de dispepsia, dolor, pinchazo intestinal en la "boca del estómago" es como consecuencia de una "tensión nerviosa" acumulada y somatizada en Estómago, pero también nos informa que es , el elemento tierra el que está en conflicto y que las emociones que entran en juego pueden ser duda, suspicacia, antipatía, cinismo, sarcasmo o falta de "digestión emocional"

Evidentemente esto es una simplificación de todo lo que nos puede aportar el estudio científico de una gota de sangre , pero es también indudable que nos permite compaginar la experiencia , el elemento intuitivo de cada uno de nosotros, la información previa que tengamos y hayamos aprendido , con la constatación real de los cambios que se producen en una gota de sangre seca en función de las distintas variables a las que se ve sometido una persona, y permite saber si adquiere más relevancia la parte física o la parte emocional o ambas .

Esta forma de trabajar nos enriquece como personas, y ayudamos a salir del atasco terapéutico a la medicina y a los pacientes que son vistos desde una perspectiva puramente lineal-sintomática, sobre todo en lo relacionado con las enfermedades crónicas, inclusive el cáncer.

La sutileza con la que se puede expresar toda una persona a través de su gota de sangre, adquiere gran transcendencia y realidad; pero es necesario aplicar un método científico de interpretación, que hemos revisado, actualizado y mejorado, aportando novedades en lo que se refiere al abordaje conjunto de las emociones ocultas tras una "coraza" y los síntomas y expresiones físicas que sustentan el motivo y la preocupación por el que acuden y nos piden ayuda los pacientes o las personas.

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